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jueves, 7 de enero de 2016

EL SÍNDROME DE PETER PAN

Es una juventud homogeneizada, pasteurizada, Zero, Sin y quejica. Ellos, con coleta de chica e imberbes a los 30. Ellas, algo bollaconas y con los vaqueros de él. Asexuados todos y, en el mejor de los casos, monosexuados y monosexuales. Cultura infantil, ligera, niñoide, tontoide que se ha convertido en toda la metafísica actual de la generación del Smatphone. Desfilan por la no-vida con su ingenuidad salada de pringles, que es su alimento espiritual. Comulgan una eucarística vida sin hostias ni grandes convulsiones, pues sufren, pero también disfrutan, de su complejo de Peter Pan: se resisten a crecer.
No son ni siquiera cínicos: símplemente son blandos y banales como sus padres.
No tienen grandes lecturas, tampoco dudarán nunca entre el marxismo y el existencialismo, ni querrán huir de casa para conocer mundo y conocerse a sí mismos (al contrario: protestan si se tienen que marchar).
A los criadores de princesas (y princesos) Disney de hace dos décadas ya les han crecido los pimpollos y, mientras sus madres se masturban con las perversiones del atractivo señor Grey, que es la manera de prolongarse el macramé de las bragas y erotizarse mientras ellos rebuznan de fútbol, los jóvenes comen azúcar, sonríen con la boca abierta, dejan caer la baba y admiran al último actor sin logopeda, al cantante sin voz o al músico sin léxico.
La felicidad/facilidad consumista les ha hecho intemporales, vanos, levitantes en un presente errático, iluminado de bebidas bajas en "sin" y perfumado de comidas basura. El presente es una Disneylandia (en Cataluña Disenylandia) de videojuegos, guasaps y cibersexo modo manual y autónomo. Las generaciones van llegando y pasando de la indiferencia a la ignorancia. Los chicos de hoy sólo quieren prolongar su Juego de Tronos presente y, como mucho, oliscar los geles de placer.
¿Qué va a ser mañana de estos hombres fabricados con vampiros, videojuegos, Sexo en Nueva York (sus verriondas madres) y maíz transgénico? 
Las masas flotantes y hedonistas son muchísimo más fáciles de manipular. Se les compra el voto por un estreno de la Guerra de las Galaxias y se les distrae la atención con un chascarrillo de tuiter.
Y ahora quieren, además, tener el poder : instaurar el Ignorantazgo en una República Memocrática. Y les vamos a ayudar, porque les hemos pagado los no-estudios y avasallado a sus profesores para que pasasen de curso porque eran muy buenos en casa y hacían los deberes. O apruebas a mi niña o te mando a un inspector. Tienes que aprobar a mi hijo porque yo soy del gremio, profesor, igual que tú, de calidad y gratuito.
Solamente un detalle sobre Peter Pan y su mundo: el país de Nunca Jamás es el país de los muertos, el mundo del que nadie regresa. Peter Pan en realidad es un niño cadáver que quiere llevarse a todos los demás niños consigo a ese país de la inopia. Negarse a crecer, a madurar, mantener el nivel de frustración bajo, es la mejor manera de morir en vida y dejar pasar el tiempo. Eso sí, en Tontocracia.
Vivimos en un mundo lleno de cosas y vacío de valores.