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domingo, 27 de septiembre de 2015

¿INDEPENDENCIAS?: VLADIMIR PUTIN, UCRANIA Y LA CARGA DE LA BRIGADA LIGERA


“¡Adelante, Brigada Ligera!”
“¡Cargad sobre los cañones!”, dijo.
En el valle de la Muerte
cabalgaron los seiscientos.

“¡Adelante, Brigada Ligera!”
¿Algún hombre desfallecido?
No, aunque los soldados supieran
que era un desatino.
No estaban allí para replicar.
No estaban allí para razonar.
No estaban sino para vencer o morir.
En el valle de la Muerte
cabalgaron los seiscientos.

Cañones a su derecha,
cañones a su izquierda,
cañones ante sí
descargaron y tronaron.
Azotados por balas y metralla,
cabalgaron con audacia
hacia las fauces de la Muerte,
hacia la boca del Infierno
cabalgaron los seiscientos.

Brillaron sus sables desnudos,
destellearon al girar en el aire
para golpear a los artilleros,
cargando contra un ejército,
que asombró al mundo entero:

zambulléndose en el humo de las baterías
cruzaron las líneas.
Cosacos y rusos
retrocedieron ante el tajo de los sables.
Hechos añicos, se dispersaron.
Entonces regresaron, pero no,
no los seiscientos.

Cañones a su derecha,
cañones a su izquierda,
cañones detrás de sí
descargaron y tronaron.
Azotados por balas y metralla,
mientras caballo y héroe caían,
los que tan bien habían luchado
entre las fauces de la Muerte
volvieron de la boca del Infierno.
Todo lo que de ellos quedó,
lo que quedó de los seiscientos.

¿Cuándo se marchita su gloria?
¡Oh qué carga tan valiente la suya!
Al mundo entero maravillaron.
¡Honrad la carga que hicieron!
¡Honrad a la Brigada Ligera,
a los nobles seiscientos!”


Este magnífico poema de lord Alfred Tennyson ilustra mejor que cualquier imagen plástica una de las escenas de lo que fue el primer conflicto bélico mundial de la Historia Moderna: la guerra de Crimea.
Cuando un grupo de tribus eslavas se organizan en federación, allá por el 880, y conforman la Rus de Kiev, crean la cuna de la civilización rusa. Ucrania es, pues, clave en la historia de Europa al constituir el germen de la actual Rusia. ¿Por qué tiene una tremenda importancia para el mundo lo que ocurra allí?
La Rusia que el taimado zar Putin gobierna y domeña no se justifica sin Kiev, la ciudad fundada por los vikingos que bajaron por los grandes ríos, y que es su cuna espiritual. Europa siempre ha comprendido muy mal a Rusia y en estos momentos la está comprendiendo aún peor, tal vez deliberadamente. Ya no se trata de un tema de oleoductos o gaseoductos, sino de una cuestión anímica: renunciar Rusia a Crimea, dejar de tener una influencia directa en Ucrania, para los rusos podría suponer el mayor golpe político y espiritual desde que se disolvió (¿se disolvió?) la antigua (¿antigua?) Unión Soviética. 
Si Ucrania es un país lleno de leyendas, la propia península de Crimea lo es dentro de Ucrania. No olvidemos que en sus costas se fundó la ciudad griega de Quersoneso. Ya desde los antiguos escitas, que tenían en Crimea y la mayor parte de Ucrania su reino más occidental, o los sármatas después, que construían esos kurganes llenos de tesoros sobre las tumbas de sus difuntos, la región era tremendamente evocadora y atractiva para los griegos, que la consideraban como el lugar de donde venía el oro. 
Nadie se ha dado cuenta, nadie mira ya para allí en Occidente, pero Crimea ya está perdida para Ucrania. Pero lo peor, lo que no vemos, es que Rusia también está perdida para Europa. Estamos en unos momentos en los que el analista serio empieza a hablar de la entrada en una segunda Guerra Fría. La primera Guerra Fría comenzó en Yalta, en Crimea, en 1945, en esa conferencia que vio cómo el moribundo Frankkin D. Roosevelt aceptaba el dominio de la Unión Soviética de Stalin sobre media Europa. Y es inquietante que la nueva Guerra Fría que muchos ya vaticinaban, parta del mismo escenario. Esto es debido en buena medida por la incomprensión deliberada de lo que allí está sucediendo. 
Para Europa, y cuando digo Europa me refiero a la Unión Europea, es todo una cuestión de intereses económicos y un aseguramiento de imponer un orden institucional que a lo mejor no funciona en todas partes. Pero para Rusia Ucrania y Crimea son una cuestión de seguridad nacional y de geoestrategia con todo lo que ello implica. Así fue siempre durante la URSS y Putin, no lo olvidemos, es un heredero directo de la URSS. Crimea, digo, está perdida para Ucrania. Tenemos que tener en cuenta lo que ocurrió con Georgia a principios de los años 1990 con Abjasia y Osetia del Sur: no se proclamaron zonas independientes de Georgia con el apoyo ruso y con unas guerras muy sangrientas, sin embargo siguen siendo "de facto" zonas absolutamente independientes de Georgia. Por eso cuando Georgia atacó Osetia del Sur en el 2008 Rusia respondió con toda su fuerza. 
En Occidente se está minusvalorando la capacidad del Kremlin de tomar decisiones que pueden ser muy trascendentes. Putin tiene grandes diplomáticos, grandes servicios de inteligencia y, ante todo, una gran firmeza a la hora de conseguir sus objetivos. Pero, ¿qué papel juega Europa en la historia de los países de la órbita soviética? Se nos olvida o no nos damos cuenta.
En Ucrania ocurrió lo que tenía que ocurrir. La Unión Europea lleva décadas esforzándose en dividir todos los estados unitarios que había dejado como residuos la antigua Unión Soviética. Intentó y consiguió dividir Yugoslavia, Checoslovaquia... Polonia no se podía deshacer -que ya nos hubiese gustado- porque era una aliada decisiva y parte del detonante del desmoronamiento comunista. Pero los demás la Unión Europea intentó por todos los medios, de una manera sibilina o no tanto, dividirlos por aquello del "divide y vencerás" con el fin de evitar la influencia económica del gigante ruso. Lo que ocurre es que faltaba una cosa muy importante, que era Ucrania. 
Pero ¿qué tiene Ucrania para que la hayamos querido desactivar? ¿Será acaso que el ejército de Ucrania es el segundo más numeroso de Europa después del de Rusia? ¿Será que el 70% de la flota que tiene Rusia está en Crimea? ¿Tiene que ver con el secular "cinturón de seguridad" que secularmente ha rodeado siempre a Rusia?
Hablemos de Polonia.  Cuando en Europa hay tortas, los polacos siempre se llevan tradicionalmente el primer bofetón. El gobierno polaco es el más ultraconservador de todos los que forman parte del cinturón de seguridad ruso. Si los rusos se llevan definitivamente por delante Crimea y, ya de paso, todo lo que hay al este de Crimea, como parecería lógico dado que hay un 80% de población de cultura rusa en la zona, no hay motivo para que Putin no haga efectivas otras reivindicaciones mucho más osadas: las repúblicas bálticas...